Hijo de
Eneo y
Altea, soberanos de Calidón. Al nacer, las
moiras advirtieron a la madre, que el niño moriría una vez consumido un tizón que ardía en ese momento en el hogar. Altea se apresuró a sacarlo del fuego y a guardarlo en un cofre. Años después, como castigo por olvidarla en un sacrificio,
Artemisa envio a Calidón un jabalí que hacia estragos en las cosechas. Se organizó una cacería con numerosos héroes de la época.
Meleagro había prometido la piel y los colmillos al que lo cazase.
Meleagro mató al animal, pero enamorado de Atalanta, que también participaba en la cacería, le ofreció a ella el trofeo. Los tíos de
Meleagro le disputaron el premio a Atalanta y
Meleagro los mató. Al enterarse Altea de la muerte de sus hermanos, en un ataque de ira arrojó el tizón al fuego. Cuando Altea se dio cuenta de lo que había hecho se suicido, también lo hizo
Cleopatra, la esposa del héroe. Sus hermanas lloraron tan desconsoladamente su muerte, que fueron trasformadas en aves, a excepción de Gorge y
Deyanira. Cuando el héroe se topó con
Heracles en el
Hades y le contó sus desgracias, Heracles le prometió casarse con Deyanira. El mito de
Meleagro tiene muchas versiones según el autor que trate la leyenda, esta es solo una de ellas.